

Continuamos con las sesiones de la Terapia con Aves Rapaces, donde los pacientes con Alzheimer se divierten y pasan una buena mañana descubriendo más de estas aves.




Ya no es solo sus caras de felicidad durante la terapia, sino que incluso algunos me recuerdan a mi y a mis aves, algo que nos hace muy felices a sus cuidadores y a mi.



Va teniendo muy buenos resultados, al ser algo que les impacta tanto, les ayuda en ese momento a tener su mente en otro lugar, a divertirse y estar más activos.

